miércoles, 27 de febrero de 2008

Lecturas.


Unidad I.

Lecturas.Según (Solé 1987) ha enseñado que leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer (obtener una información pertinente para) los objetivos que guían su lectura. Esta afirmación tiene varias consecuencias. Implica en primer lugar, la presencia de un lector activo que procesa y examina el texto.Una nueva implicación que se desprende de la anterior es que la interpretación que los lectores de los textos que leemos depende en gran medida del objetivo que preside nuestra lectura, es decir, aunque el contenido de un texto permanezca invariable es posible, que dos lectores, movidos por finalidades diferentes, extraigan de él distinta información. Los objetivos de la lectura son, pues, elementos que hay que tener en cuenta cuando se trata de enseñar a los niños a leer y a comprender.Conseguir que los alumnos aprendan a leer correctamente es uno de los múltiples retos que la escuela debe afrontar; es lógico que sea así puesto que la adquisición de la lectura es imprescindible para moverse con autonomía en las sociedades letradas, y provoca una situación de desventaja profunda en las personas que no lograron ese aprendizaje.En mi opinión el problema de la enseñanza de la lectura en la escuela no se sitúa a nivel del método que la asegura, sino en la conceptualización misma de lo que ésta es, de cómo la valoran los equipos de profesores del papel que ocupa en el proyecto curricular centro (PCC), de los medios que se arbitran para favorecerla y por supuesto, de las propuestas metodológicas que se adoptan para enseñarla.La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, al escribir lo hace preciso. (Francis Bacón)Solé (1987), leer es un proceso de interacción entre el lector y el texto, proceso mediante el cual el primero intenta satisfacer los objetivos que guían su lectura. (Expuesto en el Capitulo I, “El reto de la lectura”).Siempre debe existir un objetivo que guíe la lectura, esto quiere decir que constantemente se debe para alcanzar alguna finalidad.Se puede decir con esto que tanto la lectura como la escritura tiene como base la teoría constructiva que considera que el niño es un ser activo, analítico, critico y al constructor de su propio aprendizaje.En este capítulo voy a tratar de la enseñanza inicial de la lectura, es decir de lo que ocurre cuando un niño pequeño aprende a leer.La alfabetización; es un proceso a través del cual las personas aprendemos a leer y escribir. Estos procedimientos, sin embargo, van mucho más allá de unas técnicas de traslación del lenguaje oral al lenguaje escrito. El dominio de la lectura de la escritura supone el incremento del dominio del lenguaje oral de la conciencia metalingüística (es decir, de la capacidad de manipular y reflexionar intencionalmente sobre el lenguaje.Para leer, cualquier lector necesita poder acceder al texto cuya lectura se ha convertido en objetivo. Obviamente, dicho texto posee una serie de características, entre las cuales no es la menos importante el hecho de que esté conformado por un sistema de símbolos, por un código.Como han mostrado desde hace mucho numerosas investigaciones (Liberman y Otros, 1967), aunque los sonidos son las unidades básicas de lenguaje, aislarlos e identificarlos es particularmente difícil, porque no existen como tales en la emisión hablada, o al menos no existen todos. Es decir, aunque percibimos fonemas, cuando se habla de un fenómeno de superposición que hace imposible aislarlos como tales.Sin embargo, los niños, en la época en que aprenden a leer y a escribir, suelen mostrarse competentes en el uso comunicativo del lenguaje, competencia que les conduce incluso a utilizar estructuras lingüísticas realmente muy complejas.De hecho, los niños atienden a su lenguaje y al lenguaje de los otros muy tempranamente; se dan cuenta de los errores que cometen, de los de los demás, perciben la rima, les encantan los pareados y suelen jugar a inventarlos aunque su contenido no tenga ningún sentido, hay palabras que le divierten y otras que son feas.En definitiva, cuando en la escuela del niño se enfrenta al lenguaje escrito, en muchos casos, se encuentra ante algo conocido, sobre el que ha aprendido varias cosas. La fundamental, desde mi punto de vista, es que lo escrito transmite un mensaje, una información, y que leerlo capacita para acceder a ese lenguaje.En la sociedad occidental la escritura constituye para la mayoría de la población una segunda naturaleza debido a la importancia de la misma en la sociedad. Es por ello que debemos ubicarnos en el espacio histórico para comprenderlos.Los primeros rasgos de escritura (pictogramas, ideogramas o jeroglíficos) se dieron a través de distintas unidades pero cuyo objetivo fundamental era comunicarse; luego de los avances en el tiempo fue posible la estabilización de un sistema de escritura alfabética no es universal pero ayuda fijar los signos gráficos para poder expresar a través de ello el mensaje y que tenga sentido. Debido a la importancia de la escritura en la sociedad Godoy, resalta las funciones comitivas de la cultura alfabética afirmando que las prácticas que se derivan de ellas son capaces de cambiar el estilo cognitivo y los modelos de organización social.Según Cassany (1991), el niño es concebido como una cantera de conocimientos tanto lingüísticos como con positivos y comunicativos además se considera en entorno familiar y social que lo rodea, con el propósito de favorecer el enriquecimiento de las relaciones interpersonales.En lo que se refiere a la adquisición y dominio de la lengua escrita se presentan cuatro niveles que debe alcanzar el individuo y que además deberán estar relacionados entre sí.El nivel ejecutivo, se refiere a que una persona sea capaz de llevar el escrito a lo hablado y viceversa.Esto representará que el individuo tenga un dominio completo del código (la lengua) que maneja la sociedad por la que se rige.De un niño para iniciarse en la lectura es entre seis y seis años y medio creer cuando se piensa que tiene o reúne un determinado nivel de desarrollo intelectual de no tener el niño o niña estas condiciones, los esfuerzos serán inútiles y dificultosos, ya que estos aprendizajes previos que deben desarrollarse antes de iniciar el proceso lector.Por otra parte la motivación por la lectura es uno de los requisitos previos que hay que desarrollar antes de la iniciación.Finalmente, la determinación el momento en el que debe iniciarse el aprendizaje ha sido un tema polémico en todas las épocas y del mismo se argumenta que es posible que se pueda adelantar la enseñanza, pero difícil se puede adelantar el aprendizaje.Tradicionalmente, hasta el final del ciclo inicial, el alumno está inmerso en un proceso de aprendizaje del código de la lectura y la escritura y éste es el objetivo fundamental de los cursos. Seguidamente se inicia otro proceso que tiene como objetivo prioritario la adquisición de corrección en el uso de la lengua.Según Wells (1986), estar alfabetizados es, estar en condiciones de enfrentarse convenientemente con textos diferentes para acudir a la acción, sentimiento u opinión que se propone en ellos, en el contexto de un campo social determinado.Por tanto, y siguiendo con Wells, si la meta de la educación es, de manera general capacitar a los individuos para que lleguen a ser pensadores y comunicadores creativos y críticos, solamente se puede aceptar como adecuado un modelo de alfabetización que reconozca la importancia del modelo sistémico y esto es así sea cual sea el ámbito cultural del cual provengan los estudiantes. No podemos terminar el tema de aprendizaje de la lectura sin hacer una pequeña referencia al aprendizaje precoz. Quizá porque, tal como hemos apuntado en más de una ocasión, el tratamiento de la lectura ha generado controversia y preocupación, la determinación del momento en el que debe iniciarse el aprendizaje ha sido un tema muy debatido. En algunos momentos incluso llegó a estar rodeado de cierta exageración. Recordemos que hace algunos años un porcentaje muy elevado de los alumnos de un aula no superaban con éxito la prueba para la detección de deficiencias lectoras y especialmente de desleí.

En la enseñanza tradicional se considera al docente un sujeto "formado" y al estudiante un sujeto "en formación", es decir con "carencias" que debe superar en el transcurso de su formación, pero que se evidencian cotidianamente. El conjunto que participa en una clase resulta heterogéneo en términos de la relación que se establece en la clase entre el docente y los otros debido a la procedencia propia de cada individuo. El discurso que desarrolla el docente en el aula construye al otro como un sujeto colectivo, por ejemplo, a través de la selección de textos y de consignas que solicita; a la vez, el docente debe marcar una diferencia entre el yo y el otro, por un lado, y entre cada uno de esos otros diferentes estudiantes, es decir, necesita identificar al otro y necesita separarse e identificarse a sí mismo porque, como situación de discurso, no hay palabra sin el otro.
La lecto-escritura es concebida como el eje fundamental del proceso escolar, por ser el conocimiento inicial y más importante que se transmite escolarmente y constituye el instrumento en el aprendizaje de otros conocimientos.
El proceso de lectura y escritura emplea una serie de estrategias que no son sino un esquema para obtener, evaluar, adquirir y utilizar información.
El aprendizaje de la lectura y escritura representa un contexto dentro de un continuo grupo de contextos de socialización relacionados con éstas.
Los principios relacionados se desarrollan a medida que el niño resuelve el problema de cómo la escritura llega a ser significativa. Los niños llegan a comprender cómo el lenguaje escrito representa las ideas y los conceptos que tiene la gente, los objetos en el mundo real y el lenguaje oral en la cultura.
Es misión de la escuela de niños realizar todos los ejercicios preparatorios para la enseñanza de la lectura y escritura.
http://runapacha.iespana.es/paginas/9lengua/pdf/lengua001.pdf
En la escuela, los alumnos tienen que aprender que leer para aprender se parece, pero no es lo mismo, que leer para disfrutar, o para seguir unas
Instrucciones. Cuando leemos para aprender, nuestra lectura suele ser
Lenta y por lo general, repetida; por ejemplo, al estudiar, podemos hacer
Una primera lectura que nos proporcione una visión general y luego ir
Profundizando en las ideas.

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